Datos personales

Mi foto
I love creating beauty

miércoles, 27 de marzo de 2013

UNTITLED 5


  

Muy bien. Empecemos. ¿Las razones por la que estoy escribiendo esto? Nunca lo sabréis. ¿Cómo me llamo? No tiene importancia al fin y al cabo, porque básicamente mi nombre nunca ha marcado diferencia.
Se supone que tengo que empezar diciendo mi edad, mis aficiones, cuál es mi color favorito, si adoro el verano para estar con mis amigos, si me gusta la coca-cola light, no la normal. Pero que le den a todo eso. ¿Para qué querríais leer algo tan estereotipado?
Hagamos un resumen.
No sabéis como me llamo, ni mi edad. Escribo esto por razones desconocidas. Básicamente no sabéis nada de mi leyendo esto... ¿o puede que sí?
Así me gusta.




27/09/12

UNTITLED 4


Sentada en la cornisa donde tanto había esperado que Peter Pan la raptara. Silenciosa como la luna de medianoche que siempre la observaba distante y había dado vida a tantas de sus ensoñaciones. Esa luna siempre le había inspirado terror, y a la vez deseo. Pero, un momento, esa no era la primera vez que veía esa luna, obviamente. El deja vu la dejó perpleja.
Dos disparos. Sólo dos alcanzó su oído.
Eve cae al suelo, sangre.
Pero Eve sigue sentada en la cornisa, ilesa, aún esperando a Peter Pan. Y por ese mismo motivo ha sido llevada al momento exacto y lugar adecuado. A esa misma noche ya vivida anteriormente. Para acompañar a la luna a presenciar su muerte, otra vez.
Para que, Eve, aceptes que Peter Pan, ya no vendrá.




29/07/12

UNTITLED 3


La carretera pasó a ser una fina línia, ya casi no se divisaba la casa de la que salíamos, alcanzamos la colina donde nuestros sentidos caían como lágrimas de ausencia, al igual que nuestras fuerzas. Cuando no podía más tu me animabas a seguir, a no caer, a dar otro paso y otro y otro, a permanecer.
No dudé un segundo en hacerte caso.
Las noches pasaban lentas y dolorosas, tal vez por las heridas, o tal vez por saber que no volveríamos jamás a casa. Pero permaneciste, oyendo mis agónicos sueños o mis largas noches temblando, sin saber si volvería a ver la luz del sol o la de tus ojos. Cruzamos los caminos, huyendo de los estereotipos. Paseamos por el aurora haciendo recuerdos. El amanecer se arrodillaba ante nosotros. Eclipsamos la luna.
Y ahora, ahora que te debo la vida, los sentidos y mucho más, ahora que el río caprichoso que intentamos cruzar te roba, ahora que te veo marchar, te arrastran nuestros sueños caídos, el anhelado calor del sol, el dolor que aún queda por sufrir, ahora que el río te exige fuera de mi mundo, es cuando me doy cuenta que la razón de permanecer, de seguir, de temblar, la razón de este viaje es amor.
Amor ¿por mi, por la vida o por el destino?
Cuando tus ojos se cierran tu mano me aprieta dejándome claro lo que has decidido llevarte a tu nuevo mundo...
mi corazón.



23/07/12

UNTITLED 2


La luna permanecía impasible, sin advertir la importancia de los hechos que iban a ocurrir esa dulce y a la vez siniestra noche.
Eviolette Aldston, era la princesa de nuestro cuento; tampoco parecía darse cuenta de los futuros acontecimientos de esa noche, solo advertía que ese día había más gente en la gran plaza que de costumbre. Eviolette, Eve para los amigos y Evie para los más que amigos ese día o mejor dicho, esa noche, cantaba por primera vez en las fiestas del Lirio, antes de eso siempre se colaba detrás del escenario solo para escuchar a la que entonces era su madre, ya que al morir, Eve no la volvió a mencionar jamás, al menos en público…
Los focos estaban intensamente brillando, haciéndote dudar si realmente era de noche. Eve salió al escenario toda hilarante, era, desde que tenía uso de la razón, su mayor sueño. Su voz, oh, su voz… su voz hacía callar el más débil soplo de viento y hacía enternecer al más vil asesino, cuando ella cantaba la luz volvía al corazón y te hacía volar a los mismísimos cráteres de la Luna, presente e impasible, y volver suavemente como hoja al caer del árbol…
Quizá esté exagerando, no sería la primera vez, porque esa noche ni las notas más altas que salían de la boca de Eve pudo cambiar el destino de nuestra pequeña cantora de entonces tan solo  16 años.
Y entonces empieza a cantar…

Pero...
Zssssas!! – se oye una hoja metálica cortar el aire.
Silencio.
 Una milésima de segundo después Eve cae al suelo. Murmullo general. Una mujer grita, un hombre se desmaya, él se acerca corriendo y grita: EVIE! Ese grito de pérdida, de miedo, de horror y sobretodo de realidad, fue el más estremecedor de la noche sin duda alguna.
A Eve le quedan pocos segundos de vida, con el cuchillo aún clavado en el pecho, manchando de sangre roja su vestido blanco de flores, antes de dejar latir su corazón por última vez y cerrar sus azules ojos para siempre consigue articular unas últimas palabras…
-          -No más, no más, no más…
Muerte. Su voz, sus ojos, su corazón, no más Eve, no más.-



UNTITLED 1

Y allí estaba ella, pálida y deslumbrante como la luna, donde su pelo oscuro era lo único que alteraba esa imagen, blanca, pura, limpia; pero su rostro, su rostro desmentía ese pensamiento inicial, de que todo lo blanco, es santo. Su rostro, ¿por dónde empezar? su expresión era triste, melancólica, esa expresión de resignación pero a la vez una expresión suicida, que por esos claros ojos habían pasado cosas horribles, inimaginables, cosas que ese corazón frágil y pálido como la tez de su dueña, no había podido soportar. Su mirada era distante, observaba algo más allá del lago, más allá de este mundo...






10/04/12